martes, 8 de septiembre de 2009

El pensamiento norteamericano, indigena y equinoccial

El pensamiento norteamericano que emerge en una área con poblaciones indígenas nómadas y escasa, a partir de sectas religiosas reaccionarias a la religión Anglicana, y al Papa como los cuáqueros o el protestantismo y pasa al pragmatismo cuando la sociedad norteamericana decide rechazar el esclavismo, el servilismo y la perpetuidad en el poder. Parte del que el trabajo manual como la cuna del pensamiento positivo o positivismo, de la inventiva humana mediante la practica de la eficiencia, lo que le lleva a desarrollar la objetividad, la observación científica, la invención de maquinas y crear un pensamiento donde la estructura y función determinan los cambios y le llaman estructural funcionalismo. En este pensamiento a diferencia del pensamiento europeo, donde la superestructura social, esto es el gobierno decide la suerte y muerte del individuo, en el pensamiento norteamericano el individuo es el centro el “héroe” de la sociedad y puede cambiarla, pero adopta el concepto del tiempo lineal de los europeos.
Para el pensamiento europeo y norteamericano, vieron en las guerras las principales catástrofes de su existencia, y el ser humano fue los mas importante, pues era el principal enemigo y de esto nació una religión y una cultura donde se adora al hombre blanco, o a imágenes de seres humano, que es el cristianismo, eje fundamental de su cosmovisión a la que llaman humanismo donde el ser humano es mas importante que la naturaleza y que todo.
En el pensamiento indígena de América, la naturaleza es el principal enemigo con su grandiosidad y su poder destructivo. Y la naturaleza en que viven es un ciclo redondo donde las lunas, los soles, las corrientes marinas, las estaciones van y vienen aparentemente sin cambio. Este tiempo circular también se volvió un tiempo circular en la existencia, donde el pasado retorna a coexistir con el presente, donde los muertos no son el pasado sino parte del presente, conviven en la casa, en la tierra en las montañas con los vivos, en un espacio donde los muertos y el pasado son energía invisible pero perceptible y los vivos y el presente son energía visible simplemente.
Para la cosmovisión indígena el pasado no esta atrás sino en la tierra, el aire y el mar y en ese pasado se anida el presente. Es por eso que los astros, ríos, cascadas, lo que permanecía incambiable se volvieron dioses. Para el pensamiento indígena, aquello que no cambia, que mantiene su perpetuidad y se manifiesta como clave de la fertilidad y la vida, en un mundo cambiante es lo divino y lo sagrado. Con la llegada de los conquistadores, estos elementos incambiables fueron representados con figuras de Cristo, vírgenes o santos creándose un mimetismo, donde lo humano es aquello que cambia y lo divino es lo que no cambia, más allá de toda otra explicación. Esto genera una conducta personal y social donde hay un centro personal y social incambiable que les da identidad y constituye la esencia o divinidad interior y una periferia cambiable que se llama apariencia, adaptación, rol social, o rol económico que un día los convirtió en esclavos, peones, obreros, estudiantes, profesionales, soldados, comerciantes, etc.
Para el pensamiento equinoccial la sociedad se organizó en 5 modelos básicos que procuraban la dominación del entorno, la sociedad y la mente humana. Estos modelos aparecieron todos al mismo tiempo, evolucionan y mejoran su forma de dominación, conviven y compiten por el poder.
Cuando uno de los modelos dominación se fractura alguno de los otros asume el poder.

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